Para gobernar América se crearon distintas instituciones, tanto en ése lugar, como en España.
En España se crearon dos instituciones: una de las dos se denominó “Casa de Contratación”, la cual se encargaba de todo lo relativo a expediciones, conquista, colonización, comercio y navegación entre América y España; también juzgaba delitos de contrabando, y recaudaba un impuesto llamado quinto real.
También, se localizó en España el Consejo de Indias, el cual asesoraba el rey en la creación de leyes, ordenanzas y reales cédulas aplicables en América. Juzgaba la conducta de quienes tendrían cargos importantes en territorio; tenían funcionarios como juristas, cosmógrafos, oidores o jueces y cronistas entre otros.
En España se crearon dos instituciones: una de las dos se denominó “Casa de Contratación”, la cual se encargaba de todo lo relativo a expediciones, conquista, colonización, comercio y navegación entre América y España; también juzgaba delitos de contrabando, y recaudaba un impuesto llamado quinto real.
También, se localizó en España el Consejo de Indias, el cual asesoraba el rey en la creación de leyes, ordenanzas y reales cédulas aplicables en América. Juzgaba la conducta de quienes tendrían cargos importantes en territorio; tenían funcionarios como juristas, cosmógrafos, oidores o jueces y cronistas entre otros.
En América, se realizaron divisiones político-administrativas con respecto al territorio en cuestión, el cual queda ordenado de la siguiente forma, de mayor amplitud, a menor:
- Virreinato (virrey): la unidad territorial más grande de América, y la más importante de ellas fue la del Perú. En ellas, el virrey tenía el poder absoluto dentro de su jurisdicción; actuaba como si fuese el rey, aunque teniendo prohibiciones, como contraer matrimonio en América, adquirir tierras o bienes en el territorio bajo su mando y, al igual que los gobernadores y oidores de la Real Audiencia, debía someterse al juicio de residencia al final de su mandato.
- Gobernaciones (gobernador): podían ser capitanías generales o presidencias, dependiendo de la situación del sector con la población aborigen. Si existían problemas de sublevaciones de indígenas se denominaba capitanía general, como era el caso de Chile y Venezuela; si ésta situación ya estaba dominaba, se denominaba presidencia. En ella, el gobernador era nombrado por el rey, y dependían administrativamente del virrey. Su tiempo de mandato variaba, y si fallecía, se sustituía por un miembro de la Real Audiencia como interinos (provisional).
Otros cargos e instituciones:
Oficiales reales: se encargaban de que se pagaran los impuestos. Eran autónomos, con respecto al gobernador.
Real Audiencia: era el equivalente a un tribunal superior de justicia, que se encargaba de fiscalizar autoridades (menores al gobernador), informaba al rey de la conducta de éstos, y velaba por la protección de los indígenas. Estaba integrado por el gobernador, cuatro jueces y un fiscal acusador.
Cabildos: eran similares a los actuales municipios, los cuales representaban a los habitantes de las ciudades en las cuales se emplazaban. Velaban el aseo, ornato y orden de calles, paseos y plazas; proveer de servicios públicos a la ciudad; vigilaban los terrenos de los vecinos, distribuían tierras vacantes o desocupadas dentro y fuera de la ciudad. Si se requería, podían cobrar impuestos extraordinarios. Se componían por: dos alcaldes (jueces de primera instancia), cuatro regidores (administraban la ciudad), un alguacil mayor o jefe de policía, un alférez real, un fiel ejecutor (fiscalizador), un alarife (jefe de obras municipales) y un mayordomo, quien cuidaba el edificio del cabildo. En el cabildo se realizaba dos tipos de reuniones: abiertas, en las que participaban vecinos para tratar problemas locales; reuniones cerradas, participaban sólo miembros oficiales del cabildo que se reunían dos o tres veces al mes.
Oficiales reales: se encargaban de que se pagaran los impuestos. Eran autónomos, con respecto al gobernador.
Real Audiencia: era el equivalente a un tribunal superior de justicia, que se encargaba de fiscalizar autoridades (menores al gobernador), informaba al rey de la conducta de éstos, y velaba por la protección de los indígenas. Estaba integrado por el gobernador, cuatro jueces y un fiscal acusador.
Cabildos: eran similares a los actuales municipios, los cuales representaban a los habitantes de las ciudades en las cuales se emplazaban. Velaban el aseo, ornato y orden de calles, paseos y plazas; proveer de servicios públicos a la ciudad; vigilaban los terrenos de los vecinos, distribuían tierras vacantes o desocupadas dentro y fuera de la ciudad. Si se requería, podían cobrar impuestos extraordinarios. Se componían por: dos alcaldes (jueces de primera instancia), cuatro regidores (administraban la ciudad), un alguacil mayor o jefe de policía, un alférez real, un fiel ejecutor (fiscalizador), un alarife (jefe de obras municipales) y un mayordomo, quien cuidaba el edificio del cabildo. En el cabildo se realizaba dos tipos de reuniones: abiertas, en las que participaban vecinos para tratar problemas locales; reuniones cerradas, participaban sólo miembros oficiales del cabildo que se reunían dos o tres veces al mes.